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Cuando nos ocurren hechos inexplicables en nuestra vida buenos o malos, pensamos si es ¿casualidad? o ¿qué está pasando?. Mientras seguimos notando acontecimientos que se repiten una y otra vez a lo largo de nuestra existencia, ¿qué está ocurriendo con nosotros?
La respuesta es:Karma, acciones pasadas y no solo del pasado de nuestra vida, sino también de otras vidas. No es un premio o castigo, es una Ley de enseñanza, una señal de que algo no hemos aprendido aún.

¿Qué hacer?
Cuando comprendamos la causa de cada uno de los sucesos de nuestra vida, en ese momento tendremos la capacidad de transmutar (cambiar) nuestra karma, por consecuencia, cambiar nuestro destino, asegurando la evolución de la conciencia.
El karma es una Ley Universal que nos enseña que por cada acción que realizada, habrá una reacción lógica. Todos nuestros actos tienen una consecuencia.

El Dharma es lo que le debemos a la vida, la vida no nos debe nada, nos ha regalado su esencia -la vida misma-. Somos nosotros los que estamos comprometidos a perseverar, para afrocer lo mejor de nosotros, por eso además favorece nuestra evolución y el desarrollo personal, y el solo acto de sentirnos vivos ya es motivo de agradecimiento a la naturaleza.
El Swadharma es el camino a la alegría y la felicidad. Vivir una vida de tendencia psíquica individual en pleno contacto de la naturaleza, y sus necesidades para nuestro crecimiento. Por eso comprederaís ahora que los alquimistas, psiquicos, viven muchas su destino refugiados dentro de su naturaleza escarbando su vida en solitario, sin identidad para la humanidad, más si para si mismos, porque buscan otro tipo de expresión y regozijo para emprender el viaje mágico a su interior.
Por eso lo mejor no malgastemos nuestra energía con negatividad (maldiciendo,envidias, juzgando y criticando), eso nos altera, y retraza nuestro ciclo armónic. Es mejor continuar con nuestro proceso de transmutación y acrecentar virtudes que terminen solo favoreciéndonos a vitalizar nuestra energía para restablecer y tener capacidad de cambiar nuestro destino por si mismos.
Toda siembra involucra un proceso karmico, os recuerdas la receta de ayer. Pero, ¿por qué tendría que parecerse el karma a la siembra?. Explicaré, el Karma se nos da desde el momento de la concepción, un proceso que dura nueve meses de gestación, que constituye: la creación, vida y muerte. Por que es el tiempo en que el feto vive dentro del vientre de una madre, es para la criatura todo un ciclo, que se cierra al nacer. Se puede decir que para el bebé, el nacimiento es como para nosotros la muerte. Por que emerge de su habitad hacia lo desconicido, a una nueva luz. De esta manera sin haberos dado cuenta el feto pasa por las fases de siembra, plantación, cultivo y cosecha.
Al igual cuando una pareja se conquista, se enamora, se crea como tal, finalmente se constituye (se plantan), ya no es uno, sino dos y su manifiesto humano es el coito. De la misma manera en este proceso evolutivo las parejas tienden a cultivarse, pero muchas veces antes de la cosecha, esa flor o esa bella planta se marchita. ¿Qué ocurrió?, es algo reiterativo en nuestras vidas, decimos desdichados. No concentremos nuestro templo magnético, o sea nuestro cuerpo con ira, rencor, que solo nos envolvera a nosotros mismos. Diras entonces, ¿que hago?, Empieza por el inicio, repazalo todo, comprende las causas de las reacciones que condujeron a tan infortunados hechos para luego plantearnos las soluciones que nos permitan tranformar nuestro destino a una mejor vida.

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